sábado, 26 de agosto de 2017

ORACIÓN PARA GUSTAR MEJOR

Padre Sabio,
te doy gracias por el sentido del gusto.
Te pido que renueves su pureza
para que pueda distinguir
lo amargo del dolor,
lo dulce de tu amor,
lo agrio de sufrir,
lo salado de vivir,
lo desabrido de mi tibieza,
lo sabroso en la mesa del Reino.

Haz que el sabor
de las cosas pequeñas
se convierta, cada día,
en sabiduría para existir.

Dame la gracia de deleitarme con tu Palabra
para que, al rumiarla,
sienta el gusto de tu Presencia.

Permíteme ir descubriendo,
como un niño,
los sabores de la Creación
para que todo lo que
ingrese a mi boca sea referencia del Creador.

Que mi sumo saber sea, Padre,
encontrar
en el Pan, el Cuerpo
en el Vino, la Sangre;
y que lentamente tu Hijo
vaya haciéndose parte de mi ser

y yo ser de su Ser.

sábado, 19 de agosto de 2017

ORACIÓN PARA OÍR Y ESCUCHAR MEJOR

Padre Bueno, que oíste el clamor de tu pueblo,
purifica mi sentido de oír,
despéjalo de los ruidos externos
para oír los internos.

Vos, que en tu Hijo escuchaste,
los gritos del endemoniado,
la voz de los discípulos,
el murmullo de los fariseos,
el grito de los enfermos,
el bullicio del mundo,
acerca tu oído a nosotros hoy

Que por tu Espíritu aprenda
primero a oír
y después a escuchar.

Enséñame, Jesús, a descubrir el mundo
a través de los sonidos,
para que encuentre
el génesis de su naturaleza
y así,
oiga “tu voz que se pasea por el jardín”
de tu Creación.

Ayúdame, Señor, a aplicar mi oído en tu corazón
para que en el silencio del desierto
oiga y escuche,
como Moisés ante la zarza ardiente,
lo que no es dicho

sino en mi pobre corazón.

domingo, 13 de agosto de 2017

ORACIÓN PARA VER Y MIRAR MEJOR

Señor, que tenga una mirada fruto de un corazón cada vez más puro;
que no olvide que el ver es un regalo y te alabe por ello;
que mis ojos vean con la inocencia de los niños que empiezan a configurar el mundo
para que no mire sin, primero, ver;
que las cosas me hablen de su Creador cuando las mire:
que la sensualidad no pervierta lo que buscan mis ojos;
que mi mirada acune al pobre y al indigente sin desprecio; y a mis compañeros de camino con aceptación;
que no busque con mis ojos ser mirado;
que con tu gracia aprenda a mirarme por dentro y por fuera;
que mire mi pecado con la misericordia de tus ojos;
que vea en las uvas el preludio de tu sangre y en el trigo el anticipo de tu cuerpo resucitado;
que mi mirada transparente tus ojos;
que cuando me preguntes como al ciego de Jericó;
“¿Qué quieres que haga por ti?”
Te responda:
“Señor, que vea otra vez”
porque la ambición de éxito nubló mi mirada haciéndome buscar lo superficial;
porque las imágenes de este mundo me atropellan la conciencia y hieren mi inocencia;
porque me cegó el egoísmo  y me olvidé de mi hermano;
porque mi ignorancia opacó la belleza de tu Creación.
¡”Señor, que yo vea otra vez”!
para alabarte y bendecirte.
para el día del cara a cara con vos
para volver mis ojos al cielo

y descubrirte salvándome, salvándonos