miércoles, 20 de junio de 2018

ENTRE GRIETAS Y HERIDAS DE ESTE TIEMPO: ser un campo de batalla.



Por Emmanuel Sicre, SJ

No hace mucho un amigo me regaló el diario de Etty Hillesum, una judía que murió en la cámara de gas de Auschwitz. Es atrapante y logra conmover en más de una ocasión. Resulta Etty una mujer profunda, audaz y aguda, con algunos giros místicos realmente bellos y contundentes. Fue ahí donde me encontré con esta cita donde describe su mundo interior a raíz de lo que estaba pasando en la Europa de la Segunda Guerra:

"Me siento más bien como un pequeño campo de batalla, donde están resolviéndose los problemas o algunos de los problemas contemporáneos. Lo único que uno puede hacer es mantenerse humildemente disponible, prestarse a ser un campo de batalla. Después de todo, es necesario asignar un lugar a los problemas, hay que ventilarlos y superarlos, y nosotros, los pobres y pequeños humanos, debemos poner al servicio de los mismos nuestro espacio interior, en lugar de huir." 

La copié sin dudar en mis notas. La he leído muchas veces, cientos. Hace unos días la retomé en razón de este gusto amargo que deja el tiempo que vivimos. Contrariado, humillado y algo esperanzado en la ignorancia de lo que vendrá, tomo como mías sus palabras. 
Y este es mi servicio por ahora: ser un campo de batalla donde puedan morir los menos posibles. Donde sobrellevemos lo que nos pasa y podamos así seguir siendo pobres y pequeños humanos.