Por Emmanuel Sicre, SJ
“Sólo cuando se acepta su ineficacia empieza a ser eficaz” (Arredondo, SJ)
Para quienes han hecho Ejercicios espirituales de san Ignacio, saben que la contemplación es una de las oraciones que más lugar ocupa en el proceso espiritual. No siempre resulta fácil y quisiera con este examen particular ofrecer algunos puntos que pueden ser de utilidad para adentrarse en el misterio de dicha forma de oración.
Stop: si quieres saber de qué estamos hablando aquí un link para orientar: Entre meditar y contemplar en la espiritualidad ignaciana
La estructura de la contemplación en los EE es:
- Oración Preparatoria.
- Los 3 preámbulos (historia, composición viendo el lugar, petición que varía según las Semanas).
- Puntos: ver las personas, oír lo que dicen, mirar lo que hacen.
- Coloquio.
Una vez finalizada la oración:
Rescatar la SENSACIÓN. Comenzar percibiendo la sensación que me habita luego de la oración. También sentimientos, afectos, emociones que se vieron comprometidos. (El lenguaje de las sensaciones es el de las metáforas, las comparaciones y las analogías. Nos ayuda a darle forma a una experiencia siempre trascendente e integradora del ser ya que involucra alma, cuerpo y espíritu en contacto con el misterio, pero al mismo tiempo concreta y descifrable por nuestra voluntad y razón. Son muy útiles porque no nos dejan mentirnos tan fácilmente.)
Narrar la IMAGEN CONTEMPLATIVA. ¿Qué se me dio a ver? ¿Qué vivencié? ¿Qué se me dio oír? ¿Qué escuché decir? ¿Qué percibieron mis sentidos? ¿En qué se me pidió permanecer? ¿Cómo estuvo mi persona ubicada en la escena? ¿Quiénes aparecieron? ¿Qué se me invitó a mirar, contemplar? ¿Qué pude hacer o se me invitó a hacer? ¿Cómo fue mi interacción dentro de la escena? ¿Qué sentí mientras contemplaba?
EL DISCERNIMIENTO SOBRE LA IMAGEN CONTEMPLATIVA:
3.1. ¿Qué intuyo se me dio a conocer-internamente del misterio de Cristo?
3.2. ¿Contra qué luché? (Mi ego, el puntillismo, la búsqueda de obtener algo, la manipulación de las imágenes; las distracciones (la simple como las moscas: por preocupaciones o por estar en blanco, en el vacío, ante esto, simplemente volver, ayudarse con textos u oraciones. Y la turbadora y peligrosa como las avispas: las que nos deprimen con nuestros límites y las que se convierten en tentaciones definidas haciendo perder la oración. Fiorito).
3.3. ¿Qué se iluminó de mi historia o mi presente? ¿Qué nuevo sentido emerge de lo contemplado? (Considerar la fuerza evocadora de las imágenes).
Desentrañar el MENSAJE que recibo. ¿Qué intuyo que se me quiere decir, sanar, transfigurar? ¿Qué sedimentos dejó en mí?
Algunas notas:
Saber que es un don, no algo que pueda lograr por mis propias fuerzas.
El “como si presente me hallase” es la clave de lectura primordial.
La contemplación actúa por impresión afectiva o connaturalidad.
Simone Weil: “los bienes más preciados no deben ser buscados, sino esperados. Porque el hombre no puede encontrarlos por sus propias fuerzas, y si se pone en su búsqueda, encontrará en su lugar falsos bienes de los que no sabrá discernir la falsedad” (Sobre el buen uso de los estudios escolares… p. 4)
Simone Weil: “todas las veces que un ser humano realiza un esfuerzo de atención con el único deseo de volverse más capaz de captar la verdad, adquiere esta aptitud más grande, incluso si su esfuerzo no ha producido ningún fruto visible […]. Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención” (Sobre el buen uso de los estudios escolares… p. 28).