Por Emmanuel Sicre, SJ
Una vez le pregunté a Mateo el evangelista: ¿cuál es el centro del mensaje de Jesús? ¿Qué es aquello que si mi memoria fuera del tamaño de un maní no debería olvidar para poder ser cristiano? Y entonces me respondió con unas palabras que le escuchó a Jesús:
“Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo[a] y odia a tu enemigo[a]”. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace salir el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes les aman, ¿qué recompensa recibirán?” (Mt 5, 43-45).
Me pareció realmente imposible de practicar por mucho empeño que le pusiera. ¿Cómo es posible amar a quienes consideramos como enemigos? Pensé en tanto hater (odiador) de las redes sociales que se tiran bombas de un lado y del otro del bando político, ideológico… pensé en tantas familias divididas, en sociedades en guerras, amistades que se terminan, en las personas que más me cuestan y me generan los peores sentimientos… en fin, estas palabras de Jesús me resultan muy difíciles.
Me fui entonces a preguntarle a Lucas, el otro evangelista, que dicen que es menos duro que Mateo algunas veces, y que es más abierto porque les escribe a quienes no vienen del judaísmo. Y, ¡sorpresa!, encontré esto:
“Pero yo les digo a ustedes que me escuchan, amen a sus enemigos. Hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen y oren por los que los maltratan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra. Si alguien te quita la capa, deja que también tome tu camisa. A todo el que te pida algo, dáselo. Si alguien toma de ti lo que no es suyo, no le pidas que te lo devuelva. Traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes.
Si ustedes solamente aman a los que los aman, ¿qué gracia tiene? Hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien sólo a aquellos que les hacen el bien, ¿qué gracia tiene? Hasta los pecadores son así. Si sólo prestan para recibir algo a cambio, ¿qué gracia tiene? Hasta los pecadores se prestan unos a otros para recibir unos de otros. Más bien, amen a sus enemigos y háganles el bien. Presten sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Dios Altísimo, porque Dios es bueno aun con los desagradecidos y perversos. Sean compasivos como su Padre es compasivo”. (Lucas 6, 27-49)
Otra vez lo mismo, pero más ampliado. Más exigente todavía en su formulación. Parece que no basta -aunque por lo menos a este ideal llegara- con ser solidarios, justos, honestos, cumplir con lo mandado, ir a misa, ser “buena gente”, digamos, hay que amar a quienes nos odian, nos hieren, no nos darán nada a cambio... Ahí está lo distintivo y la locura de Jesús.
Entonces, antes de declarar a mi ego en quiebra y decir que el cristianismo es un imposible, me pregunté: ¿pero de dónde sale un amor así de extenso, de fuerte, de abierto para amar de este modo? Y hasta ahora sólo puedo pensar en ese amor de Jesús y de tantos/as que me han amado aun cuando odio,
aun cuando persigo con mis prejuicios,
aun cuando soy desagradecido e injusto,
aun cuando actúo sólo por conveniencia,
aun cuando doy para recibir,
aun cuando trato como no me gustaría que me traten,
aun cuando prefiero que unos sean los malos y yo la víctima…
Es ahí cuando comienzo a percibir que el sol que ha salido y está calentándome, viene a dar luz a todas las personas de la Tierra, incluso a esta pequeñez que soy y que desea amar y ser amada.
Profundo desafío...siempre al leerlo en el evangelio, siento q me alejo un poquito pensando cómo lograrlo..y ahí aparece el amor de Jesús nuevamente..
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Bendiciones!
EliminarLos egoísmos que tenemos creo que son la barrera que hace decir que esto es casi como una ilusión pero me atrevo a pensar que vale la pena intentarlo, pk muchos ya vivimos sin hacer vida ese evangelio. Nos toparemos con una sorpresa?
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Bendiciones!
EliminarGracias ...
ResponderEliminarConocer al Dios de Jesús, que es bueno, misericordioso con TODOS ...
Amar a nuestros enemigos y a quienes nos lastiman ; es obra y gracia de Dios Tu no sabes en qué momento Tu irá y rencor desaparecen y lo ves como Tu hermano que necesita ser amado y perdonado y al otorgar ese perdón en Tu corazón hay mucha Alegría capaz de Amar y aceptar
ResponderEliminarDios y Su Amor infinito lo logra
Gloria a El
Gracias por tu comentario! Bendiciones!
EliminarSoy tu fan!!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Bendiciones!
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